
Si nos paseamos por una de nuestras plazas de toros el día de una corrida desde tempranas horas de la mañana, veremos una cantidad de cosas que suceden y que muchos aficionados no conocen, son pocos los seguidores de la fiesta brava que asisten a esta especie de ritual que se vive a horas tempraneras antes de un festejo taurino. Desde muy temprano vemos a los mayorales en los corrales cuidando de sus toros mismo que van a ser lidiados ese mismo día o en días siguientes en caso de que sea una feria de varios festejos, estos personajes son muy singulares y de mucha sabiduría, conocen muy bien cada uno de sus ejemplares y los tratan como si fuesen hijos propios. Aunque muchas veces actúan con recelo por el tipo de trabajo que desempeñan en ese instante y la importancia que tiene el cuidar la integridad de los ejemplares que saltaran a la plaza, es muy agradable conversar con estas personas, preguntarles sobre los animales, o quizás tratar de ver cual es el favorito para que preste un buen desempeño o simplemente para cruzar palabras con esas personas que sobre toros tiene mucho conocimiento. También observamos al velador de la plaza, persona encargada de las instalaciones y que se ve caminando de un lado al otro cerciorándose de que todo este en orden y en su sitio con la ayuda de los demás trabajadores del coso taurino, como trabajan estos señores para que a las 4:00 pm en punto todo este donde debe ser para el correcto inicio y desarrollo de la corrida.
Es agradable también poder subir a los corrales y observar a los toros desde arriba, se escuchan innumerables opiniones “este me gusta”, “este ve a ser bueno”, “este es un tio”, “el encierro esta parejo”, y nunca falta los comentarios negativos también. Frecuentemente viendo los toros he visto a diversos ganaderos hablando entre si ya sea de los encierros a lidiar o sobre los métodos que usan en sus ganaderías para la cría de sus reses, se observan a otros aficionados tomando fotos (entre ellos me incluyo) y a los periodistas y cronista taurinos tomando referencias para así llevar la información a sus respectivos medios.
Avanzando la mañana y a cercanías de horas de medio día ya con representantes o en algunos casos con los propios toreros presentes se realiza el sorteo, acto lleno de misticismo y de un encanto particular que el buen aficionado sabe valorar, porque en un sombrero se hecha a la suerte el destino de un toro y un torero en la arena esa misma tarde. Terminado el sorteo y ya con las cartas en la mesa mientras ya el grueso de personas presentes se retiran a alistarse para asistir al festejo en horas de la tarde y con la amable invitación de los responsables de plaza a permitirles hacer su trabajo se procede al apartado y enchiqueramiento de los bureles para que descansen solitariamente hasta que llegue su turno y se abra la “La Puerta de Los Sustos” para que nosotros los aficionados disfrutemos desde nuestro puesto en los tendidos de la fiesta mas bella que existe, La Fiesta Brava.
A todos aquellos aficionados del toro que no hayan tenido la oportunidad de asistir a la plaza una mañana antes de una corrida los invito a que animen y asistan, se darán cuenta de lo extraordinario que es todo esto que brevemente les describo, y así puedan hacer de su día de toros una Experiencia Taurina Completa.
Nikolas Babin
Nikbabin@hotmail.com
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